LA GIMKANA ADOLESCENTE Y EL COLLAGE DE LOS RECURSOS

Aquí estamos de nuevo. Comenzamos la mañana realizando un juego perteneciente al grupo de los inmigrantes, donde teníamos que enlazar la última sílaba de la palabra de nuestro compañero con la primera de la que nosotros decíamos. Gonzalo y Anabel (creo que era Anabel  aunque ella seguro que lo niega, como cuando escribe comentarios) nos deleitaron con una salsa: no era mojo picón ni salsa barbacoa, era un baile de esos que saben los cubanitos.
Pasamos al siguiente grupo, y ahora nos tocaba a todos ser adolescentes con problemas con el alcohol y las drogas: la vida misma. Nos metimos en el pellejo de los adolescentes de lujo, y participamos en las actividades que nos fueron proponiendo los monitores. Profi nos enseñó la diferencia entre los caballos tordos y los pardos; y Anabel nos introdujo en el maravilloso mundo de las sillas de montar.
Hicimos un viaje hasta un museo muy particular, donde Susana, Sara, Vero y Eva nos hicieron un recorrido por las paredes pintorescas del museo y también nos mostraron la sala de antigüedades con sus carruajes y sus mesas y taburetes victorianos. Los adolescentes pusieron en algún que otro aprieto a Eva, si es que estos adolescentes tienen mucha, mucha guasa.
Acto seguido los monitores decidieron que tenían que hacer correr un poco a la peña para que se desfogasen un poco. Participamos en una Gimkana  en la que algunos superaron sus propias expectativas y casi sin darse cuenta pasaron por los obstáculos que pensaban que no iban a poder superar.
Nos fuimos a desayunar y a la vuelta, después de hacer un pequeña impro donde Pilar tenía que convencer a un matrimonio para que entrase en su local mientras que eran interrumpidos por unos guiris, concluimos y valoramos las actividades realizadas muy positivamente.
Llegó el momento de ensuciarse un poco y todos metimos los dedos en pintura para realizar el "collage" de los recursos. No se pilló al principio la utilidad que tenían los platos con los pegotes de pintura y más de uno pasó de ellos y metía los dedos en los botes de pintura directamente.
Cada uno dibujó un recurso en el collage y pudimos concluir que había distintos tipos de recursos.
Para terminar el día estuvimos comentando realidades distintas en barrios que poseen menos recursos y donde los niños tienen que enfrentarse desde pequeños a su propia realidad.
Para terminar diré algo:
No escribo más en el blog hasta final de curso, jeje, que ya van dos seguidas.